KARLA ROJO
SUSPIRO DE INFANCIA.
Juego de niños (escena primera)Personaje 1. Escultura en cerámica, pasta de media temperatura. 940° C. 70 x 44 x 25 cm. Engobe / pulido. Personaje 2. Escultura en cerámica, pasta de media temperatura. 940° C. 50 x 37 x 30 cm. Engobe / pulido. Personaje 3. Escultura en cerámica, pasta de media temperatura. 940° C. 26 x 36 x 44 cm. Engobe / pulido. Juguetes de cerámica. 2011. | Niño con planetaEscultura en cerámica de media temperatura. 1020° C. Engobe / pulido. Banco de madera. Escultura 78 x 40 x 40 cm. Elemento completo 81 x 40 x 42 cm. 2012. | Frente al espejo. Niño contemplandoEscultura en cerámica de media temperatura. 1020° C. Engobe / pulido. Espejo compuesto por siete barcos y un rostro de cerámica, y marco de madera. Base de madera. Escultura 50 x 30 x 20 cm. Elemento completo 75 x 60 x 25 cm. 2012. |
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Del niño mago y sus espectadoresEscultura en cerámica de media temperatura. 1020° C. Engobe / pulido. Base de madera policromada. Escultura 50 x 48 x 50 cm. Elemento completo 50 x 80 x 42 cm. 2012. | Niño coheteEscultura en cerámica de media temperatura. 1020° C. Engobe / pulido. 35 x 60 x 40 cm. 2012. | Niño sobre bebelecheEscultura en cerámica. 2012. |
Niño para dirigibleEscultura en cerámica. 2012. |
CHILDREN
Presente - ausente.
Por algún tiempo desarrollé la serie de los trajes. Fui creando personajes buscando entender el espÃritu que nos anima como individuos en esta sociedad moderna, a veces retratados de la realidad, a veces manipulados o imaginados. Los trajes fueron el mejor instrumento para observarnos sin ropa, para vernos a través de los pliegues y posturas sin estar desnudos, pero exactamente tomando aquellos objetos, los más cercanos que nos acompañan todo el tiempo y que hablan de quienes somos, no por ellos mismos sino por el carácter que adquieren mientras son portados. Hago este trabajo con la pretensión de ser capaz de tocar las fibras sensibles del espectador. Tomo a los niños como inspiración en primer lugar por estar invadida y empapada del mundo de los niños hasta el punto de que todas mis actividades giran alrededor de ellos, y naturalmente se han incrustado en mi proceso creativo. Los niños están llenos de vitalidad, no importa el contexto en el que estén, idioma, color de piel, es irresistible observarlos jugando, riendo, relacionándose entre ellos y no quedarse impregnado por sus expresiones. Tienen una muy particular belleza vital y ternura que transforma el espacio y tiempo por completo.Presentes a través de sus trajes, ausentes por el hueco de sus cuerpos.